13 October 2012

Nuevos ojos

Soy miope desde que tengo uso de razón. Curiosamente los adultos nos empeñamos en auto-convencernos de que cuando perdemos la lucidez, imaginación y cordura infantiles, ganamos eso del "uso de razón". Y a mi me parece que es justo al contrario, que al olvidar eso que nos convierte en niños, perdemos la poca razón con la que nacemos.

El caso es que llevo gafas desde los trece años. Eso no me hace especial, ni mucho menos. Pero sí que me ha permitido experimentar cosas que los que gozan de una vista perfecta desconocen por completo. Por ejemplo qué se siente al llevar un artilugio más o menos liviano apoyado en las orejas y la nariz. O  cómo se ve todo a través de una huella dactilar en el cristal derecho y varias motas de polvo en el izquierdo, o viceversa. O esa primera vez en que te das cuenta de que eres miope. Esa visita al oftalmólogo y esa máquina que va intercambiando cristales a la par que tu boca se entreabre de asombro al comprobar que hasta ahora no veías con claridad, aunque no lo sabías. Aunque quizá lo más extraño de todo sea el hecho de acostarse cada noche, y despertarse cada mañana.

Los miopes disfrutamos de dos anocheceres y dos amaneceres diarios. El primer anochecer es leve, parcial, un quiero y no puedo en el que dejas atrás la realidad concreta y te sumerges en un mundo de bordes difusos, entre el sueño y la vigilia. Es el mundo a través de las dioptrías de tu vista desenfocada. El segundo anochecer es el que todos conocen, sean miopes o no. El definitivo, el que funde a negro la vida hasta la mañana siguiente.

Los amaneceres son iguales, pero a la inversa. Es una forma de regresar del mundo onírico de la noche en dos etapas. La primera te presenta un paisaje de colores apagados y líneas borrosas. Una vida cómplice, desperezándose de tu sueño. Un mundo algo más triste e indefinido que el real. El segundo despertar es el que te regalan las gafas, que provocan una inundación de formas precisas, líneas definidas, colores vivos. Tus ojos descubren más luz, más vida en lo que te rodea. Lo ven todo como si jamás hubieran visto nada antes de ponerte las gafas.

Soy miope desde hace bastante tiempo, y estoy acostumbrado a todas estas sensaciones. O eso creía. Pero de repente llega alguien que, al igual que el oftalmólogo hace años, se coloca ante tí y te descubre un mundo absolutamente nuevo. Ves las mismas cosas, siguen estando ahí donde siempre estuvieron,  pero las ves mejor. Ese alguien te regala un mundo nuevo que no es más que el antiguo visto con nitidez, como si se acabara de crear (de re-crear) y vivieras un nuevo génesis ante tí, redescubriendo cada una de las cosas que veías antes y no conocías. Esa persona no te da una receta para un colirio, o una recomendación para una óptica. No te recomienda usar lentillas o gafas. No te obliga a comprarte algún artilugio que otorgue a tus ojos esa nueva capacidad de visión. Esa persona te dona sus propios ojos, su misma visión, su genuina perspectiva a la hora de enfocar la vida. Esa persona te regala sus sentimientos a la hora de descubrir tu mundo, hasta ahora nuevo y desconocido para ella. Esa persona te regala una nueva vida: su vida.


By @Aniaga



Un saludo.


PD: gracias por enseñarme Italia por primera vez en tu vida.

15 September 2012

Un pobre país perdido

[...]
Ni siquiera hacía falta que abriera la boca para decirme yo pienso que tu revolución no es más que... No era en absoluto necesario, tenía que ser así, esas gentes no podían aceptar una mutación que ponía en descubierto las verdaderas razones de su misericordia fácil y a horario, de su caridad reglamentada y a escote, de su bonhomía entre iguales, de su antirracismo de salón pero cómo la nena se va a casar con ese mulato, che, de su catolicismo con dividendo anual y efemérides en las plazas embanderadas, de su literatura de tapioca, de su folklorismo en ejemplares numerados y mate con virola de plata, de sus reuniones de cancilleres genuflexos, de su estúpida agonía inevitable a corto o largo plazo (quinina, quinina, y de nuevo el asma). Pobre amigo, me daba lástima imaginarlo defendiendo como un idiota precisamente los falsos valores que iban a acabar con él o en el mejor de los casos con sus hijos; defendiendo el derecho feudal a la propiedad y a la riqueza ilimitadas, él que no tenía más que su consultorio y una casa bien puesta, defendiendo los principios de la Iglesia cuando el catolicismo burgués de su mujer no había servido más que para obligarlo a buscar consuelo en las amantes, defendiendo una supuesta libertad individual cuando la policía cerraba las universidades y censuraba las publicaciones, y defendiendo por miedo, por el horror al cambio, por el escepticismo y la desconfianza que eran los únicos dioses vivos en su pobre país perdido.
[...]


 Julio Cortázar - Reunión (Todos los fuegos. El fuego, 1966)


 Saludos.

07 September 2012

Batiburrillo

Se ve que os dejo solos un momento, y los españoles la liáis parda. Como me he visto totalmente desbordado de noticias y acontecimientos provenientes de este nuestro bendito país, he decidido hacer aquí un breve resumen para poner en orden mis ideas. Esto también servirá para aquellos españoles que hayan vivido en una cueva en los últimos 15 días. Y conste que he dicho cueva, no caverna, que luego son los malentendidos (por lo del mito Platón y eso, no por otra cosa). Así pues comencemos:

Resulta que debido a la crisis y a la falta de fondos, nuestros gobernantes han decidido dar de lado a la cultura. Menos mal que alguna ciudadana de a pie no está dispuesta a que este país se hunda en la mediocridad y en los tiempos oscuros del medievo, y está dispuesta a dejarse la pensión en plastidecor para llevar a cabo uno de los mayores prodigios pictóricos que se han vivido en España desde que Miró estornudó sobre el babi manchado de su hijo pequeño. Esta señora en cuestión ha perdido parte de los mejores años de su vejez en restaurar un fresco del Ecce-homo de su parroquia, pintado por no sé quién (seguramente un niñato de la época que, como ahora, se dedican a garabatear paredes, pero en vez de poner palabrotas como "libertad" o "comunismo", este pintó un cristo). Las influencias artísticas de esta señora se adivinan en los trazos indecisos y temblorosos que guían su obra, adivinándose rasgos de platonismo de gambas y extorsionismo de rostro, confluyendo todo ello en una asombrosa semblanza del mesías del siglo XXI: Paquirrín.



En cuanto a la política, nada reseñable. España sigue viviendo una de las épocas más apacibles de su historia, salvo por algún que otro rojo desaforado disfrazado de papá noel mellado con voz del "Pozí" que, escudándose en su amoralidad y su doctrina quema-iglesias y genocida, perpetró el mayor atentado que ha vivido este país en toda su historia: robar cuatro paquetes de arroz de un Mercadona. Esta acción sin precedentes en nuestro país ha sido, lógicamente, censurada por cuantos participan de la vida democrática de España. Si bien hasta donde me encuentro no han llegado claramente los ecos de dichas críticas, es fácil suponer el contenido de las mismas. En un país como el nuestro, en el que ha triunfado la democracia tras una transición modélica cortando de raíz las relaciones y herencias del franquismo de formas tan efectivas que dicho franquismo sigue gobernando, pero esta vez tras el voto libre de la mitad masoquista del país, no se puede tolerar que un grupo de comunistas y/o anarquistas irredentos se dedique a la rapiña indiscriminada. Esto no hace más que enturbiar el noble oficio del político honrado, que honradamente procura favorecer el hecho de que la población vea con buenos ojos el hecho de que les roben miles de millones de euros, mientras censura enérgicamente que unos cuantos quieran comer todos los días.

Por suerte, aún queda algún político decente que, en aras de la convivencia democrática de todos los ciudadanos y ciudadanas, ha anunciado la persecución y encausamiento criminal de cuantas personas intenten cometer atrocidades similares a las vividas con el 15M, como sentarse en mitad de la calle en señal de protesta, y encima levantar los brazos mostrando las palmas de sus manos impúdicamente. A su vez, y en tono cariñoso, estos mismos políticos han expresado en el parlamento sus comentarios, si bien han sido bastante mal interpretados. Cuando la honorable señora Fabra expresaba vehementemente su eslogan "¡Que se jodan!" simplemente recomendaba a los españoles que aumenten la frecuencia de sus relaciones sexuales para paliar los efectos devastadores de la crisis en el ánimo del pueblo. Cuando el ministro Wert puntualizaba graciosamente que es imposible saber si un cuaderno lo utiliza un arquitecto o un niño, expresaba su visión del no intervencionismo del Estado en el uso del material de papelería. También cuando Esperanza Aguirre expresó su deseo de aplicar la pena de muerte a los arquitectos, no era más que una licencia poética a modo de acicate, en apoyo a la justicia y a la separación de poderes de nuestra democracia: poder legislativo, poder urbanístico y poder robar.

Según atisbo desde la lejanía, estos sucesos han perturbado en cierta medida la opinión púbica española. Obviamente esto ha afectado sobremanera a los políticos españoles, obligando incluso a algunos a sincerarse ante su pueblo, haciendo ver al electorado que un político no es más que un ciudadano normal y corriente, con traje, coche oficial, chófer, dietas y un sueldo mísero de 5000 euros con el que apenas llega a fin de mes. Además de la presión que supone este tipo de vida casi indigente, tienen que soportar el linchamiento público perpetrado por aquellos ciudadanos que viven a costa del sistema, cobrando 400 euros estando en el paro, y encima viviendo con sus padres, con el ahorro y la calidad de vida que supone el vivir 5 o 6 personas en una casa de 60 metros hipotecada hasta el 2047.

Debido a tanto estrés, algunos políticos se han dado a la vida licenciosa y el mal vivir. Por ejemplo una edil de un pueblito de Toledo que, no contenta con practicar en la intimidad de su hogar el acto vandálico y tropelía contra-natura que supone el pecado del onanismo, va y lo graba. El hecho de que algo tan íntimo haya acabado exhibido en público menoscabando la intimidad de dicha señora es lo de menos, obviamente. Lo terrible es que dicha edil haya decidido no dimitir de su puesto, habiendo mancillado con sus actos impuros la moral incorrupta de los vecinos de dicho pueblo, que de todos es sabido que se duchan vestidos, se reproducen por esporas y jamás de los jamases se tocan sus partes pudendas con el objetivo de proporcionarse placer. Baste decir que no hay ni un sólo ciego en todo el pueblo, salvo el párroco, y que el último miope fue expulsado hace 15 años, por razones obvias. Otro hecho que ha exacerbado los ánimos de los vecinos es que, debido a que Internet no está demasiado extendido en el pueblo, la mayoría no han podido visionar el vídeo, con lo que no pueden saciar su honorable y legítima morbosidad.

Estos comportamientos miserables, sin embargo, no han logrado empañar del todo la buena imagen de los políticos españoles que, como en Andalucía, guardan escrupulosamente la moral cristiana, ayudados por sus familiares colocados de consejeros y dueños de empresas públicas varias y/o beneficiarios de ERE's absolutamente justificados (de toda la vida ha sido más que suficiente justificar algo "por causas familiares"). O Valencia, donde su gran valía les hace merecedores de diversos regalos a modo de trajes de chaqueta, u homenajes populares como estatuas majestuosas a las puertas de aeropuertos internacionales hiper-transitados por rastrojos del desierto.

Y después de todo esto, aún muchos se cuestionan la razón por la cual está triste Cristiano Ronaldo... como si no tuviera motivos, el pobre.



Saludos.

16 July 2012

Prime volte (Primeras veces)

Pues sí, queridos niños. Hoy vamos a hablar de las primeras veces. Sí, no me miréis con esas caras que presumo que habéis puesto ahora mismo de cotillas irredentos. No hay que dejar que los tabúes de antaño nos persuadan de hablar del tema que queramos por el miedo a ser censurados. Y para dar ejemplo, aquí os contaré mis primeras veces, con pelos y señales. Como comprenderéis, habrá veces en las que habrá más pelos que señales, y viceversa.

Empecemos con esa primera vez que se recuerda por la humedad y las señales. Esa primera vez osada, que viene casi sin darnos cuenta, pero que la tomamos con fuerza y brío, con pasión estival, con risas sinceras y esa sensación de aventura que te embarga al saber que lo estás haciendo por primera vez. Me refiero a esas primeras veces en las que no te lo piensas, simplemente te tiras de cabeza, pase lo que pase, la arriesgas todo. Puede que al final, con el tiempo, pienses que no te dejó tan buen sabor de boca,  pero terminas por apreciar toda la experiencia en su conjunto. Puede que no hubiera mucho pelo, pero sí que hubieron sus cuantas señales.

Otras primeras veces, por contra, son aquellas que se planifican con tiempo. Quizá pierdan ese toque de incertidumbre, ese encanto de lo inesperado. Pero se acaban apreciando otras cosas. Como el cariño y la dedicación que ambos le ponéis. El cuidado y el esmero con el que todo se prepara y sucede, como una escena mil veces ensayada, pero que sale bien a la primera. Quizá fuera planificada, pero estas primeras veces suelen tener bastantes más pelos que señales. Señales no hay, puesto que es terreno explorado de antemano, si bien no físicamente, sí con la mente. La imaginación es un poderoso aliado en estos menesteres. Si bien sigue siendo la primera vez, y no desaparecen esas sonrisas nerviosas, esos momentos en que te quedas sin habla, sin nada que decir, o con tanto por decir que ambos calláis.

Por último, están esas primeras veces anheladas con fuerza. Durante mucho tiempo esperas que suceda, pero nunca piensas que llegará el momento. Y de pronto, todo parece conjurarse para que se produzca, y tú no faltas a la cita, agarras la ocasión con ambas manos. Por ello saboreas cada segundo, valoras cada pelo y cada señal como si fueran los últimos. Son estas primeras veces en las que oyes cantos angelicales, música celestial viniendo del otro lado y sumergiéndote en un estado de placer indescriptible. Es lo que se llama éxtasis. Y no es sólo propiciado por la experiencia en sí, sino por el clima, por el lugar y por la compañía tan especial en que todo sucede.

Tres primeras veces. Todas distintas en sutilezas o en grandes rasgos. Todas diferentes pero en cierto sentido iguales. Lo que todas tienen en común es que son inolvidables. Que recordarás cada pequeño detalle, cada pelo y cada señal. Lo que las une es el sentimiento de dejar de ser terreno desconocido, para convertirse en nueva tierra que explorar.

Sí, queridos niños. Porque puede que alguno ya las haya experimentado, y otros no. A estos últimos deciros que no desesperéis, que todo llega, que no hay que precipitar las cosas. A los primeros simplemente les diré: "andaaaaaaaa, ¡qué calladito os lo teníais, cabritos!"

En fin, aunque parezcan con el tiempo cosas banales, estas primeras veces llegan a ser muy importantes en la vida. Así pues, nunca olvidaré la primera vez que me bañé en un lago, la primera vez que me corté el pelo en Pisa, y mi primera vez en la ópera.

¡Saludos pisanos!

10 July 2012

El laberinto de Creta

Dice la leyenda que en las inmediaciones de la ciudad griega de Creta existía un laberinto creado por un tal Dédalo, cuyo objetivo era mantener encerrado al temible Minotauro, apaciguándolo de vez en cuando con algún sacrificio humano.

No tengo claro dónde se encontraba exactamente Creta en aquel entonces, pero según mi experiencia personal, o Creta estaba situada justo donde ahora está Pisa, o el tal Dédalo se dio un paseo por estos lares e hizo de las suyas. Y me explico:



Esto es lo más aproximado que he encontrado en Internet a lo que podría ser el plano del edificio del CNR donde estoy trabajando aquí en Pisa. Un claro homenaje o recuerdo cariñoso al famoso laberinto de Creta. Es decir, una trampa mortal para el incauto que se interne por sus pasillos.

Suerte que uno se acuerda de esa leyenda del Minotauro, y de cómo el griego Teseo utilizó un hilo para adentrarse en el laberinto, matar al Minotauro, y salir de allí siguiendo el propio hilo. El problema es que las leyendas no curan el despiste y el otro día perdí el hilo, literalmente. 

Así pues, me encontré en mitad de un enjambre de pasillos idénticos que se cruzan mil veces en una sucesión interminable de paredes blancas, suelos grises, esquinas con extintores rojos, papeleras de reciclaje, máquinas de café, ascensores, escaleras, cartelitos que, obviamente, juegan al despiste... En fin, una auténtica locura sin sentido donde, al pasar un cruce de pasillos, te encuentras con salas repletas de matraces, microscopios, gente con mascarilla... Que piensas: "¿Por qué no tengo yo una mascarilla? ¡¡Corre por tu vida!!". Suerte que luego me enteré de que en este mismo edificio hay departamentos de fisiología y guarrerías de esas, junto con un hospital o algo parecido.

Lo bueno es que, tras mis primeras incursiones por el laberinto, aún no me he topado con el Minotauro. Lo malo es que el otro día me encontré una serie de personas un tanto extrañas.

El primero fue un señor mayor que me dejó muy mal cuerpo. Lo encontré apoyado contra una máquina de café, haciendo ruiditos raros y tambaleándose de manera un tanto cómica. Tenía un peinado muy raro, unas gafas de sol enormes e iba vestido de blanco con lentejuelas. Definitivamente, después de una inspección algo más detenida, observé que debía venir del hospital, pues claramente tenía un problema en la cadera. Lo que me inquietó fue lo que oí al pasar a su lado haciéndome el tonto. Fue algo así como: "Lets rock, everybody, lets rock."

Unos metros más adelante vi a una señora de pelo totalmente blanco, labios pintados de rojo chillón, y un vestido corto que, con la edad que debía tener, no le favorecía nada, la verdad. Lo más desagradable fue ver cómo se situaba delante de un ventilador, y dejaba que el aire le subiera la falda hasta unas alturas que no deberían estar permitidas a partir de los 90 años (al menos no sin unas buenas bragas de cuello vuelto, ¡señora!). En fin, que esta señora no parecía tener ningún problema, salvo que repetía constantemente: "Happy birthday, mister president! Happy birthday, mister president! Happy birthday, mister president!"

Con lo último que me topé fue con un tipo altísimo, con unas espaldas bastante prominentes y dos flequillos en la cabeza, que más bien pareciera que tenía cuernos. Aunque a primera vista pudiera parecer amenazante, el chaval estaba en un rincón, llorando medio encogido. Según me contó, aunque este edificio era como su propia casa, llevaba 5 meses buscando un baño y no había manera.

Proseguí mi camino, obviamente, sin hacer caso a esos personajes. Y dejé atrás unas puertas muy extrañas con letreros grabados en ellas con los siguientes mensajes: "Jumanji", "Hogwarts", "Narnia",  "Neverland", "Teruel"...

Al final, estaba tan cansado, que opté por escapar de allí por la salida de emergencia. Pero, ¡Oh, sorpresa! Había miles de puertas etiquetadas como "Salida de emergencia". No puedo explicaros exactamente cómo logré salir de allí, porque perdí la cuenta de las salidas de emergencia que crucé. Sólo puedo deciros que, como por arte de magia, al doblar una esquina encontré a mi compañero de despacho, que venía a buscarme para almorzar. 

Y ese, queridos niños, es el lugar al que voy a trabajar cada mañana. Un laberinto tan intrincado, que ni el propio Minotauro puede encontrarse. Y como yo, cada mañana, decenas de sacrificios humanos entran en el CNR, con la esperanza de librarse un día más de la temible leyenda del laberinto en el cual muchos dejan la vida.

Saludos pisanos.

05 July 2012

Desencanto






Así andamos últimamente: como un burro persiguiendo no se sabe bien qué, por un motivo que ya casi ni recuerdas.

Y lo peor es que miras alrededor, y ves cómo hay algunos burros aún más burros que tú, que a su paso van arroyando lo que sea que encuentren en su camino. Y te preguntas un segundo si lo hacen a sabiendas o inconscientemente. Piensas si les pasa como a ti, que sigues corriendo tras la zanahoria y apenas te paras a pensar un momento en lo que estás haciendo, en la finalidad de todo esto.

Aún puedes recordar perfectamente cómo entraste en este juego, y por qué. Rememoras, cada vez más dificultosamente, eso que te conmovió, ese destello o aquella pequeña satisfacción primera que hizo que te decidieras por este camino. Ya sabías que no era algo fácil, casi no hacía falta que te lo advirtieran. Ya habías tomado una decisión, que era simplemente seguir una corazonada, un impulso. Intentar seguir el camino que más te atraía.

Luego ese camino fue poco a poco elevándose con una suave pendiente. Pero a mayor dificultad, más atractivo el desafío. No escogiste este camino porque fuera fácil, sino porque sabías que sería una continua exigencia, y eso te gustaba muchísimo. El comprobar si serías capaz de cumplir tu parte, de alcanzar lo que se te exigía.

Y de pronto, de la noche a la mañana, te descubres a tí mismo persiguiendo una zanahoria. Y miras a tu alrededor y ves que no eres el único. Que sois muchos burros persiguiendo zanahorias.

Pero tú esperabas otra cosa. No una mayor recompensa, sino algo mejor. Esperabas poder sentirte mínimamente orgulloso. No pretendías crear la octava maravilla del mundo, pero sí hacer algo de lo que te sintieras satisfecho. No escogiste este camino por dinero, títulos o gloria. Simplemente lo hiciste por afrontar pequeños retos, por hacerte nuevas preguntas, por desafiarte cada vez.

Y ahora te sientes ridículo. Y cansado. Y triste. Y muchos días de buena gana te sentarías al borde del camino, y le tirarías la zanahoria al primero que pasase. 

Quién sabe, quizá sea divertido ver desde fuera a unos cuantos burros matarse por una mísera zanahoria.


Saludos.

04 July 2012

Reverendo Padre Francesco Javini

Queridos niños...

Quiero decir...

Queridos hermanos:

estamos aquí reunidos para anunciaros una buena nueva (nunca entendí esta frase, una buena nueva ¿¿qué?? ¿Una buena nueva lavadora? ¿Una buena nueva forma de planchar camisas? ¿Una buena nueva receta para hacer gazpacho?) En fin, que estamos aquí, decía, para anunciaros algo importante, al menos para mi: mi salvación eterna y quién sabe si la de algún que otro pecador de la pradera.

Resulta que sin darme apenas cuenta, nada más llegar a Pisa me ordené sacerdote. O al menos eso pensé cuando entré en mi flamante residencia de estudiantes: Pensionatto Toniolo. Un edificio sobrio, casi militar, con largos y estrechos pasillos, altos techos con vigas vistas, grandes ventanas, y enormes hornacinas y cuadros de santos, cristos y vírgenes varias. Y cuando digo vírgenes quiero decir de las de verdad, las vírgenes cristianas, no esas que salían en el Diario de Patricia, más salidas y calientes que el pico de una plancha, diciendo que se habían quedado embarazadas por una inyección, o por una caída, o por esporas, o vete tú a saber. Todo menos decir que pillaron al primer maromo que vieron y se lo fo... Perdón, perdón... Disculpad este grosero vocabulario, aún no me he acostumbrado a mi nueva vida contemplativa, célibe, y de largas noches en vela soñando con las susodichas señoritas del diario de Patricia.

En fin, que me pierdo. Os comentaba que nada más entrar en esta santa casa, sentí la llamada. En realidad sentí dos llamadas. Una era la de la naturaleza, porque llevaba 7 horas entre aviones y aeropuertos. Pero la que me ha cambiado la vida fue la segunda llamada. Un impulso que, entre esas santas paredes, me ha hecho plantearme muchas cuestiones, y me ha conducido a esta decisión que os comento.



Esta sensación fue en aumento conforme me adentraba en los pasillos del edificio, y llegó a su clímax (clímax espiritual, guarretes) cuando crucé el umbral de mi celda (llamarlo habitación sería mucha tela), cuya diminuta puerta es la versión M de la puerta chiquitita del Imaginarium. A un lado, un jergón para el descanso del cuerpo. Al otro lado, un robusto armario junto a una estantería. Al lado una mesa de estudio y lectura, para el reposo del alma. Y justo al lado, un ventanal que se asoma impertérrito a un patio interior de dos por dos que bien podría servir para la plantación de patatas para la manutención de la comunidad religiosa que allí nos hospedamos.




Por las noches, nos visita el espíritu santo, pero en vez de en forma de paloma blanca, viene en forma de mosquito tigre hambriento. Diréis que no es lo mismo, pero el efecto es parecido: te tiene en vela toda la noche, acordándote de todas las sagradas escrituras en verso.

El baño carece de comodidades mundanas, tales como una placa ducha o un bidé. La placa ducha se ha sustituido por un mero desagüe. El bidé no se ha sustituido porque en realidad nadie lo usa para lo que es (¿¿para qué es??), y siempre te puedes apoyar en la cama para cortarte las uñas de los pies.

En fin, que esta es mi nueva vida. Sé que este es un cambio muy drástico y profundo. Por eso os lo adelanto por escrito, para que vuestra impresión sea más leve cuando vuelva por Sevilla a predicar la buena nueva (de verdad, sigo sin pillar la dichosa frasecita).

Por último, también con la intención de que os vayáis acostumbrando, os dejo una foto actualizada a mi reciente nueva situación personal y espiritual. Espero sepáis apreciarla:






Saludos pisanos... y bediciones, queridos hermanos.



PD: ríete tú de los retoques de Photoshop del Hola y el Qué me dices. Lo mío es innato, inenarrable, y sobre todo, absolutamente impresentable.

02 July 2012

Pisa con garbo

Comienza mi aventura italiana, que etiquetaré de aquí en adelante como "Pisa con garbo".

Y empezamos desmontando mitos y leyendas sobre este bello país y sus habitantes.

El primero: los italianos NO son tan pegajosos. A mi todavía no se me ha acercado ninguno con intenciones erótico festivas. Una lástima porque hay algunos monísimos, y van todos repeinados y arregladísimos y a la moda y todo eso que se suele decir de los italianos.

El segundo: se come muy bien y muy barato. Es cierto en territorio italiano, no en otros territorios independientes que existen dentro del territorio italiano. No, no hablo del Vaticano. Hablo de la República Independiente del Turista. Esta república ocupa un territorio discontínuo dentro del estado italiano, que comprende unos 500 metros a la redonda alrededor de cualquier catedral, puente o piedras apiladas susceptibles de ser consideradas monumentos. En esa república del turista comer es caro, muy muy caro. Si en Italia por un par de euros te dan un cuarto de pizza y un botellín de agua, en la república del turista te cuesta el botellín de agua 4 euros, y te cobran un riñón por la pizza. Y no, no hay pizza de riñón de turista.

Tercero: en todos los países mediterráneos existe eso que se conoce en España como picaresca. En Italia no se cumple. Lo llevan todo a rajatabla. El hecho de que me estén haciendo pasar en estas primeras semanas por un antiguo estudiante de doctorado del centro en el que estoy, para así comer de gratis no es un fraude, es simplemente una facilidad o licencia burocrática que incluye la suplantación de personalidad como parte de la hospitalidad italiana.

Cuarto: el arte y la riqueza cultural italianas. En España nos enorgullecemos de hacer pasar por monumento una iglesia a medio construir (la Sagrada Familia) y un montón de hierros amorfos con un montón de trabajos manuales de niños de guardería (el Gugenheim de Bilbao). Aquí cometen las mismas atrocidades, pero a diferencia de en España, aquí sí que saben tapar sus errores.

En España si la cagamos con algo, paramos las obras y los políticos se quedan con todo el dinero que puedan sacar de ahí.  En Italia, pase lo que pase, se sigue para delante y luego los políticos se quedan con el dinero. Fijaos en la torre de Pisa. En un momento dado, a un albañil se le ocurrió usar un nivel y: ¡oh sorpresa! Llevaban un metro de muro construido y ya se estaban torciendo. ¿Pararon? No, porque si hubiesen parado a ver quien estaría hablando ahora del famoso "poyete inclinado de Pisa".



En fin, próximamente os relataré mi reciente ordenación como miembro de la venerable hermandad de los "carmelitas pisanos". La tonsura la dejaré para más adelante.


Saludos pisanos!

06 June 2012

Show must go on

Hay días en los que tienes ganas de tirar de la manta y mostrar lo que hay debajo a todo el mundo. Gritar a viva voz todo lo que sabes que se oculta en la oscuridad tibia del lecho que es a la vez cuna y tumba de quien yace en él. Desvelar tanta mentira, tanta hipocresía, tanto cinismo cocido en ese vaivén de miasmas que fluye entre las sábanas del mundo que te rodea.

Porque a veces te sientes ridículo en mitad de este circo que han montado a tu alrededor, y en el que se suceden los números de trapecistas, payasos, domadores, ilusionistas... en torno a ti, pidiendo tu aplauso cómplice, o tu participación activa en aras de una mayor diversión, de un espectáculo aún más grandioso. Pero desde donde estás puedes ver perfectamente los trucos. Sabes que hay hilos finísimos sosteniendo a los trapecistas. Has visto cómo se compraban las risas de algunos espectadores para que el show de los payasos parezca gracioso porque otros se ríen. Has comprobado con horror que cuando el león bosteza, no hay ni un solo diente adornando sus fauces. Y puede que incluso tú mismo ayudases (adrede o por simple vergüenza ajena) en algún momento al ilusionista, haciendo caso omiso al as de corazones que asomaba por su manga.

Y muchos días quisieras arrebatarle el bastón al maestro de ceremonias de un empujón, y hacer que tu voz se oyese por encima de todo el estruendo de esperpentos, fanfarrias y atrezzo de cartón piedra. Quisieras que todo se parase, que un silencio mortuorio cayese como un telón rojo y denso sobre todo lo que tu vista abarca. Y cuando todo estuviese en calma, desearías empezar, uno por uno, a contar los trucos de todos, a enseñar a todos lo que ocultan los trajes excesivamente anchos de los payasos, y las risas excesivamente contraídas de las bailarinas. Quisieras destapar tanta mentira, tanta apariencia estúpida. Quisieras que todos dejasen de simular que creen lo que ven, o lo que les muestran. Que esa hipocresía que parece ordenar y armonizarlo todo se haga añicos, y que todos digan, de una vez, que están tan hartos como tú de tanta pantomima y tanto engaño consentido.

Quieres tirar de la manta que cubre este mundo ridículo que montamos un poco entre todos, desmontarlo pieza a pieza para volver a montarlo de otra forma. No sabes si mejor o peor, pero sí de otra forma.

Y sólo hay una razón que te impide hacer eso: imaginar las miradas sorprendidas de los demás. Pero no sorprendidos por todo lo que estaba oculto y ellos desconocían, sino sorprendidos de que alguien sea tan inconsciente como para inmolarse estúpidamente en un intento futil por airear esa habitación con olor a cerrado. Sorprendidos de que alguien no pueda respirar en ese ambiente putrefacto de dientes sucios y alientos pegajosos. Piensas que seguramente durante un segundo todos se mirarán a los ojos por primera vez. Quizá algunos, los más honestos (o los menos cínicos) incluso  reconocerán íntimamente su vergüenza en los ojos en los que se reflejen. Pero ese instante pasará. Y todos, poco a poco, volverán a cerrar los ojos, a echarse la manta por encima, y a seguir durmiendo.

Al fin y al cabo, pase lo que pase, "the show must go on".


Un saludo.

18 May 2012

Sobre los recortes en educación


Hola a todos, queridos niños. 
Soy un becario que investiga en la Universidad de Sevilla. Creo que esto no lo he dicho en todo el blog. ¿Y a qué viene esto ahora? Pues viene a que, como todos sabréis (y si no, os lo digo ahora y ponéis cara de saberlo ya, en plan: "sí, sí, claro, claro"), el gobierno español ha aprobado un Real Decreto Ley (para el que no lo entienda, una "Ley Por Cojones Diga lo Que Diga el Parlamento") de recortes en la educación pública.
Aquí intentaré aclarar algunas cosillas que pueden resultar confusas del asunto. Para ello, copio una respuesta mía  a ESTA noticia en el ABC de Sevilla. En Negrita está el comentario de otro lector del periódico, al que le respondo.



"El dinero público hay que merecerlo"
Que se lo digan a Rodrigo Rato, ¿verdad?

"el que estudie no tendrá problemas en tener que pagar segundas o terceras matrículas."
En muchas carreras terminar a curso por año es muy muy complicado. Eso sin contar situaciones personales como trabajar para pagar estudios, etc. Haciendo un cálculo del precio al que saldría una matrícula más o menos estándar (con una gran mayoría de créditos en primera matrícula, y otros cuantos en segunda) el precio de la matrícula se duplica con respecto al del año pasado. Y eso se aplica en un entorno en el que miles de familias españolas se encuentran en el paro, y sin esperanzas de trabajar dadas las alarmantes cifras de paro que se manejan.

"Igualmente, los profesores que investiguen y saquen sus sexenios no tendrán que dar más horas de clase. Mérito y capacidad..."
Falso. Y eso de que "el 50% de profesores universitarios no investiga (no tienen sexenios vivos)" es una gran falacia. Me explico.
Los sexenios son complementos opcionales para reconocer el mérito investigador. El hecho de que sean opcionales hace que muchos profesores con méritos para obtener sexenios no los hayan solicitado, debido fundamentalmente al tremendo papeleo que esto conlleva (tiempo que hay que restárselo a la investigación).
Por otro lado, sólo los profesores funcionarios pueden solicitar sexenios. Por tanto, todo el profesorado laboral de las universidades se ven perjudicados por esta medida, dado que se les "penaliza" por no tener un complemento que no pueden pedir. Se da la circunstancia que este conjunto de profesores son generalmente quienes más investigan, dado que tratan de hacerse un currículum que les asegure una carrera investigadora.
Por último, resulta curioso que, según esa regla de tres de: "los que no tengan sexenios es que no investigan", resulta que la mayoría de los doctores y todos los que investigan para obtener su doctorado, resulta que NO investigan. Paradójico.

"¿Dónde está el problema? Que me lo expliquen, por favor, porque yo pensaba que no había nada más justo y progresista que eso".
El problema yo lo veo claro: se penaliza a los que más investigan, en favor de los que más años llevan en la investigación (que no es lo mismo). Aparte de la campaña de desprestigio que se lleva realizando durante meses contra los investigadores españoles cuando, curiosamente, se habla luego de fuga de cerebros. Si los investigadores españoles fuéramos tan vagos y tan malos no creo que nos contratasen en otros países. No serían tan tontos como aquí, ¿no?

"Así se consigue una educación pública de calidad, con los mejores estudiantes y los mejores profesores."
Así se conseguirá destrozar la educación pública, haciéndola accesible sólo para unos pocos. En ningún caso se ha hablado de calidad del profesorado, sólo se ha hablado de logros en investigación. ¿Dónde están los méritos en docencia? ¿Cómo se evalúa eso? ¿Dónde se tienen en cuenta?

"¿O no se trata de eso?"
Como comprenderá, y tras lo comentado anteriormente, no creo que se trate de eso. Creo que se trata de recortar de los más débiles, y de paso preparar el terreno a las previsibles privatizaciones de sanidad y educación que se avecinan.

Espero haber aclarado algunas cosas.
Un saludo.

16 May 2012

Titañic: de muvi


Esta historia comienza una soleada mañana de Febrero (los otros once meses nunca me han gustado mucho). Día radiante, con ese sol invernal que calienta los ánimos sin quemarlos. Esa mañana, como digo, estaba Antonio Resines (nuestro Leonardo Di Caprio particular) jugándose al chinchón unos billetes para montar en el famoso Titañic.




Para los que no conozcáis la historia, el Titañic fue en su tiempo la mayor obra de ingeniería económica del mundo, e incluso de Europa. Se trataba de convertir un país empobrecido y aborregado en una suerte de macro-complejo hotelero aborregado. Para ello, al mando de la nave se pusieron unos políticos que capitanearon la nave de forma magistral hasta cumplir su objetivo, bajo el lema: "Ni un palmo de arena de playa sin alicatar".

El proceso de construcción del Titañic fue complejo, no exento de tremendas dificultades. Entre ellas, la creación de un iceberg-burbuja inmobiliaria que algunos catastrofistas vaticinaban, ya en aquel entonces, que podría llegar a ser peligroso. Las carcajadas de los capitanes-políticos del Titañic resonaban en los cuartos de baño de lujo de primera línea de playa. No había ninguna inquietud, ni razón para alarmarse. El iceberg-burbuja era muy pequeño en comparación con el Titañic. Lo único que había que hacer era seguir incrementando el tamaño del Titañic, de forma que el tamaño del iceberg-burbuja siguiera siendo pequeño a su lado.

Además, esas voces de la conciencia colectiva se vieron en seguida acalladas por todos los beneficios que la fabricación de esa inmensa obra logística conllevaban para los pasajeros del Titañic. Todos los sueños parecían estar al alcance de una simple hipoteca, o un sencillo préstamo bancario, o un mero adelanto del salario, o una cómoda tarjeta de crédito. De repente, todos los pasajeros del Titañic necesitaban imperiosamente poseer uno de los camarotes de esa majestuosa obra. No era rentable pagar una alquiler mensual, cuando con una hipoteca de por vida ese maravilloso sueño hecho inmueble podía pertenecer a sus hijos.

Todas las noches, los pasajeros del Titañic, junto con los políticos-capitanes, la famosa orquesta, y todos cuantos participaban de esa vida soñada, salían a cubierta a contemplar las estrellas que perfilaban en el horizonte la silueta suave y acogedora del iceberg-burbuja. Todos admiraban el brillo del iceberg, su forma redondeada, su impresionante tamaño, la belleza del paisaje que éste propiciaba.

By LaBaticaodeAli

Pero como todo sueño, el Titañic no podía ser eterno. Hubo un momento en que el gigante no podía crecer más. El proyecto llegaba a su fin. Todo estaba alicatado, y casi todo el mundo tenía su camarote en propiedad. Y finalmente llegó el iceberg. Un enorme monstruo blanco, redondeado, hermosísimo y gigantesco. Una masa desproporcionada de especulación, mucho más grande de lo que nadie se hubiera imaginado.

El choque fue enorme. Los políticos-capitanes del Titañic no pestañearon. Mantuvieron la sangre fría mientras las vajillas de todos los salones temblaban o incluso se estrellaban en los suelos de gres. Miraron al frente, y comentaron solemnemente: "¿Tú has notado algo? Porque yo no. Habrá sido un delfín desorientado, o una gaviota que ha estornudado en el mástil".

Mientras nuestro Titanic particular (o nuestro Vaporcito del Puerto a esas alturas de la película) se hunde. En esos momentos, la tripulación se preocupa de salvar su cuello, y de que en su exclusivo bote salvavidas quepan todos los miembros de su familia, un calefactor y una bandeja de caviar beluga.

Por su parte, la orquesta-prensa encargada de animar y jalear a la concurrencia, sigue tocando como siempre, como si nunca hubiera existido ningún iceberg-burbuja. Siguen tocando la misma suite adormecedora, con las mismas variaciones, los mismos giros, para que los pasajeros no se alarmen, para que la atención se desvíe de donde no conviene. Entre otras, ofrecen piezas como "La bien pagá (y yo más)", "Mi carro me lo robaron (y yo robé dos)", "El emigrante (ilegal)", "Cuando tú vas, yo vengo de allí (y lo he dejao vacío)", y otros grandes éxitos patrios.

La mayoría de los pasajeros cae bajo los influjos de la orquesta. Otros estaban dormidos antes incluso de que todo comenzase, y aunque despiertan y ven un enorme charco de agua donde antes había unas alpargatas y una alfombra de terciopelo azul, se dan la vuelta y continúan con su serenata particular de ronquidos.

Hay quienes intentan concienciar al resto de pasajeros de lo beneficiosos que son el reiki y el feminismo para salvarse de morir ahogados. O que aprovechan para hacer negocio vendiendo el mismo chaleco salvavidas, pero con la marca Zara o Massimo Dutti, según en qué categoría se encuentre cada pasajero. A quienes les pilló en los comedores, se afanan llenándose los bolsillos y los carrillos de todo cuanto pueden, incluyendo además de comida, tenedores de plata y ceniceros con la marca "Titañic" garabateada en dorado.

Y los que tienen la desgracia de ser perfectamente conscientes de la situación, se llevan las manos a la cabeza sin saber si liarse a hostias con unos o con otros, o si tirarse al agua helada y morir rápidamente para no tener que ver el momento preciso en el que todo se vaya al carajo.





Saludos.




PD: aunque en el pie de foto ya aparece, tengo que agradecer de forma explícita al creador de la obra de arte que engrandece este texto, el Señor Don LaBaticaodeAli. ¡Gracias, Enano!

11 May 2012

Clase teórica: el mundo.

Hola niños. Hoy toca clase teórica. Sé que este texto no será el más popular del blog (cosa que tampoco me importa mucho, puesto que el resto del blog tampoco es que tenga una cuota de popularidad muy alta), pero como dijo aquél: el gato es mío y me lo follo cuando quiero (gracias por el chiste, Guti).

Empecemos por el principio, que es una forma como otra cualquiera de comenzar una explicación.

En el principio creó Dios el cielo y la tierra, y en los días sucesivos creó todo lo demás. Ya luego llegaron los políticos y montaron un belén de padre y muy señor mío.

Hoy en día, el mundo está en crisis. ¿Todo el mundo? No, hay una pequeña Aldea de sinvergüenzas que resiste de banco en banco y tiro porque me toca. Mientras, como el dinero ni se crea ni se destruye, sólo se roba, esta gente va esquilmando países utilizando armas de destrucción masiva como la prima de riesgo, la deuda pública, y los rescates de países.

Definición de la Wikipedia 2020 
rescate: Acción y efecto de conquistar un país lanzando bombas económicas, con el consiguiente ahorro en balas y bombas que ello supone. Estas balas y bombas obtienen mayores réditos al ser vendidas al tercer mundo en lugar de pan bimbo y cola-cao.


Esta Aldea, como decimos, fuerza a países enteros a hundirse irremisiblemente o donar generosamente todos sus recursos a las entidades bancarias, de forma que se hundan aún más. ¿Y de dónde sacan el dinero estos países? Del único activo que tienen: los ciudadanos. Así pues, bajo el lema de "Todo para el pueblo, pero sin el pueblo" (¿a alguien le suena?) se promulgan leyes que protejan a los ciudadanos de ellos mismos, recortando gastos superfluos, como sanidad y educación, y facilitando a empresas y administraciones el fortalecimiento de las relaciones empleador-esclavo.

Lógicamente, en algo hay que gastar tanto dinero ahorrado. Y como resulta obvio, este dinero se utiliza para indemnizar a esa pequeña Aldea, que deben ser recompensados por sus arduas tareas al frente de todo el proceso de hundimiento generalizado. Se opta por un novedoso modelo de compensaciones por el cual aquel directivo o político que logre un mayor desfalco o un fraude más evidente y sangrante, obtendrá beneficios más pingües gracias a su excelsa labor.

Todo este proceso se etiqueta con nombres bien-sonantes como "austeridad presupuestaria". Y bajo este lema se bajan sueldos y prestaciones sociales, y se suben tasas e impuestos. Es un esfuerzo de todos, encaminado a poder mantener a esa pequeña Aldea como se merecen.

Y a todo esto, ¿qué hace el pueblo? Pues el pueblo se rasca síncronamente la entrepierna, sentados en los sofás del Ikea de sus casas hipotecadas a 40 años, viendo en sus televisores LED Full HD (comprados en 80 cómodos plazos en el Corte Inglés) el último peinado de Cristiano Ronaldo o el último polvo de Belén Esteban o Paquirrín, mientras tragan anuncios y telediarios en el que se les recuerda que el gran hermano (el de Mercedes Milá, por supuesto, no el de Orwell) está velando por ellos.

Y este es el mundo que heredáis, pequeños. Gracias a vuestros predecesores, que os lo dejaron preparadito para que lleguéis y os acordéis de vuestros muertos más frescos.


Saludos.

04 April 2012

Ser doctor


Para los profanos en la materia, aclarar qué es el doctorado. De manera muy resumida, podríamos definir el doctorado como el mayor grado académico al que puede aspirar cualquier futuro parado. Esta sería la definición pragmática. Hay otra más romántica e idílica del asunto, pero de esa no me acuerdo ahora mismo.

Este texto lo escribo para dar a conocer algunos secretos que se desconocen acerca de este mundillo de los doctores.

Primero decir que los que pensáis que cuando lees la tesis te conviertes automáticamente en un ser superior, con una inteligencia infinita, aparte de ser más alto, más guapo y con 15 centímetros más de... atractivo sexual, estáis equivocados. Son sólo 10 centímetros más.

Aparte de estos cambios a nivel personal, cuando eres doctor logras algunos privilegios exclusivos, acordes con tu nueva categoría como ser humano superior. Entre estos beneficios, uno de los más sorprendentes es el acceso a una serie de salas de la universidad que antes ni siquiera imaginabas que existían. Ese acceso exclusivo lo representa un pequeño llavero que abre puertas que dan acceso a los secretos mejor guardados de la escuela.

Por ejemplo, con la llave amarilla (no me preguntéis el porqué del color) puedes entrar en los servicios reservados a doctores. No son nada del otro mundo, no penséis en los servicios del señor Burns en Los Simpsons... pero casi. Te dan una sensación de exclusividad que se aprecia mucho (es una idiotez, sí, pero Apple vive de esa sensación y le va bien). Estos baños son unas habitaciones con ventanales, con elementos a pares (dos wc's, dos urinarios, dos lavabos, dos gotas de jabón, dos puertas que no cierran, dos soportes para papel higiénico, ambos vacíos...). La primera vez que entré en esos servicios exclusivos me sentí especial, privilegiado. Sólo me extrañó que no necesité la llave para entrar y me encontré un par de alumnos allí dentro, obviamente se habían equivocado de servicios y ni se habían dado cuenta... pobres, no se enteran de nada, como no son doctores...

Las llaves verde y azul no sé para qué son, la verdad. He estado probándolas en cuantas cerraduras he visto (incluídas las de varios Mercedes y BMW's de mi calle, por si acaso) y nada. Sólo he conseguido abrir, con la llave azul, un armarito repleto de fregonas y utensilios y productos de limpieza, y con la llave verde el almacén del jardinero. No sé qué significará. Probablemente ha sido una confusión. Espero que el jardinero no me ralle el Ferrari que abrirá la llave que le han dado a él por equivocación.

Por último, la llave plateada abre la sala VYP, que no VIP. Es la sala de Vituallas Y Provisiones. Una salita reservada a los doctores de mayor prestigio (como yo, obviamente) para que tengan sus momentos de esparcimiento e ingesta de nutrientes (la gente menos inteligente creo que lo llamáis almorzar y charlar). También he encontrado allí a alguna gente perdida, comiendo como si esa sala fuera para cualquiera. Yo les permito que lo hagan, tampoco me gusta restregar mi superioridad a seres inferiores como la mayoría de los que me estáis leyendo.

Aparte del llavero, también te otorgan una plaza de aparcamiento propia, cosa muy de agradecer porque a partir de cierta hora es casi imposible aparcar cerca de la escuela. El primer día llegué y vi mi reluciente nueva plaza de aparcamiento ahí, esperando a ser ocupada por mi cochecito. Supongo que el hecho de que fueran las 8:00 de la mañana, que el parking estuviera vacío, y que esa sea la plaza donde llevo aparcando todos los días durante los últimos 6 años es pura casualidad... o lo mismo es que han tenido el detalle de reservar esa plaza precisamente para mí. Qué bonito detalle.

Y ya la última ventaja es que por ser doctor en España te dan la oportunidad de trabajar en otros países. En los medios lo pintan como fuga de cerebros, aunque en realidad es la posibilidad de conocer mundo y otras culturas... quieras o no. 

Como véis, todos son ventajas cuando llegas al estatus de doctor. No sé a qué estáis esperando, piltrafillas. 



Saludos.



PD: Si alguien se siente herido por mis palabras de ser superior, que hable con mi secretaria (se me olvidó comentar este punto). Curiosamente tiene el mismo número de teléfono móvil que yo, y una voz muy similar a la mía. Pero no os confundáis, que NO soy yo.

20 March 2012

Idioteces de todo género

A veces se levanta uno con ganas de ser políticamente correcto, pero te las quitan de un plumazo, "hoygan".

Antes de seguir leyendo, advierto que el contenido de este post puede causar somnolencia (como todos los textos de más de 140 caracteres), además de hipertensión, violencia estructural a nivel craneal, retortijones abdominales, descoyuntamientos de mandíbula batiente, y un sinfín de malestares generales o incluso capitanes.

Echen un vistazo, porfaplis, al contenido del siguiente enlace (palabrita que no es spam): http://www.investigacionygenero.com/

Se me ocurren varias preguntas:


1.- ¿En qué consiste la investigación en materia de género?

Tengo bastante claro lo que es el género, pero no tengo claro la materia de investigación como tal. ¿Se investiga algún género en particular, ya sea género artístico, algún género animal o vegetal concreto, el género gramatical..., o todos los géneros de cosas en general?


2.- ¿Por qué va dirigido el congreso a "personas dedicadas a la investigación", y no a investigadores?

Supongo que será porque la primera expresión incluye también a los becarios, a los que llamar investigadores es demasiado suponer. Demasiado que se les considere personas.

Porque no creo que sea porque el género de la palabra investigador sea el masculino, aunque se refiera a ambos sexos... Uy, perdón, ¡lo que he dicho! ¡He dicho la palabrita que empieza por "sex" y termina por "o"! Perdón, perdón, perdón. Eso es una cochinada. Mejor decir "género" en lugar de "sexo" (vaya, se me volvió a escapar), dónde va a parar. Con lo bonito y romántico que queda eso de "Tengo ganas de género esta noche, cariño..."


3.- ¿Qué investiga el personal investigador especializado en temas de género?

Aquí me pierdo un poco. Porque si "género" es la sustitución políticamente correcta de la palabra "sexo", estos investigadores supongo que serán urólogos, ginecólogos, etc. Pero si la palabra género no se refiere al sexo, entonces se trata de un congreso de lingüistas que discutirán sobre si determinadas palabras se pueden etiquetar morfosintácticamente como masculinas o femeninas. O lo mismo se trata de algún género de productos, y lo mismo es un congreso de conductores de trailers, almaceneros, tenderos...


4.- ¿Cómo se aplica la perspectiva de género a la investigación y a la actividad académica?

Y si tenía lío con lo de antes, ya si le añades la palabra "perspectiva", me pierdo completamente. Perspectiva de género en la investigación se referirá, supongo, a usar pipetas y decantadores en igual número en un laboratorio. O contar con la misma cantidad de ordenadores y computadoras en un centro de computación.

Yo por mi parte estoy aplicando la perspectiva de género a mi actividad docente, y a los estudiantes y estudiantas (o para resumir, a los estudiantxs o estudiant@s) les conmino a utilizar nombres de clases en Java no sexistas y carentes de violencia de género estructural. De hecho no uso ese eufemismo informático tan rebuscado de "atributos de una clase", sino que utilizo el más explícito "tetas", para no ocultar la feminidad de Java tras ese lenguaje machista.

De hecho, y aunque se salga un poco del tema, para evitar un lenguaje demasiado violento, a los métodos no se les invoca ni se les llama ni mucho menos se ejecutan (palabra nazi donde las haya), sino que se les solicita con educación que tengan la bondad de computarse.


5.- Cuando dice que "el congreso brinda la oportunidad a las personas participantes", en realidad hay una errata, ¿verdad?

Sería más lógico aplicar esa perspectiva de género como debe ser, y decir "las personas participantas". Iba a sugerir en un primer momento decir simplemente "los participantes" pero llegué a la conclusión mentalmente de que era un asqueroso machista de mierda por considerar esa opción sexista (o "generista").


Concluyendo: Yo pensaba que más tontos ya no podíamos ser pero, una vez más, subestimo la capacidad de superación del ser humano.


¡Qué machista me siento! Con lo guay que es ser políticamente correcto, y seguir al bienpensante rebaño.


De vez en cuando miro el calendario, y me sorprende que ponga "Año 2012". Parece que vivo en 1984, estimado señor Orwell.


Saludos.

27 February 2012

El pueblo contra el pueblo

And the winner is...

Lo que está claro es que el pueblo no.

Es esta una época de mucha agitación, incluso ideológica. Muchos pensábamos que no viviríamos algo así jamás. Veíamos, y nos veíamos, a todo el mundo demasiado adormecidos, aborregados, apáticos. Muchos mirábamos hacia delante en la senda que estamos fabricando, y nos horrorizábamos. Pero este miedo era momentáneo. Era como un murmullo de fondo, un tétrico salmo murmurado por tu conciencia en voz baja, del que sólo se distinguían las palabras cuando todo estaba en silencio. Pero hace mucho que el silencio apenas existe. Todo a nuestro alrededor es ruido. Desde el despertador que nos arranca de la cama con aún apenas consciencia, hasta el "late night" que nos adormece para acostarnos con una sonrisilla estúpida en la cara. Todo es ruido ensordecedor: los coches del atasco para acudir a un trabajo en el que las cafeteras, fotocopiadoras, teclados, reuniones, motores de máquinas, horarios, fechas de entrega, clientes, superiores, subordinados, responsabilidades, preocupaciones inmediatas ("qué hago de comer mañana", "hoy toca gimnasio", "¿dónde vamos este finde?")... Todo es ruido, ahogando ese runrun impreciso y constante de la conciencia.

Decía que muchos no pensábamos ver y vivir algo así, y parece que nos equivocábamos. Aunque siempre preveemos esa nefasta posibilidad de que lo surgido en los últimos meses se diluya, esa parte idealista, inconsciente e idiota que tenemos nos hace pensar que sí, que esta es la buena, que podemos hacer algo.

Nos agrupamos, nos sentimos una pequeña parte de un movimiento enorme de gente que desea en esencia lo mismo. Ese sentimiento de no estar aislados, de incomprensión, se desvanece. Hay mucha gente ahí fuera que quiere lo mismo, que piensa parecido, y que cree que un movimiento pacífico puede conseguir algo. Obviamente hay quienes no desean nada de esto, sino todo lo contrario. El sistema está perfectamente tal y como lo tenemos montado. Yo vivo bien ahora, no pienso en un "nosotros", y mucho menos en un "mañana".

Desde el principio se planteó el movimiento como una lucha del pueblo contra el sistema tal y como lo conocemos. Pero no se hablaba de destruir el sistema, sino de cambiarlo, de poder participar en él, hacerlo mejor dentro de nuestras posibilidades. No había una organización oficial, no se movilizó un sindicato, ni un partido. Se movilizó la gente. Los ciudadanos que, hartos de años viendo llover tras el cristal, decidieron mojarse. Era un movimiento, no de indignados, sino de gente que está hasta los cojones (con perdón).

Todo muy bonito, sí. Hasta que el sistema, o mejor dicho: quienes se aprovechan y viven de él (y de nosotros) dijeron basta. Esto había que pararlo. Una cosa es una huelga general de un día, o una movilización de 3 o 4 chalados pidiendo salvar el ornitorrinco rallado, y otra muy distinta es permitir que de ese movimiento ciudadano salga algo. Se comenzó ninguneando el movimiento ("Son cuatro gatos"), luego se siguió menospreciando a quienes estaban en él ("Son cuatro perroflautas"), y se hizo lo imposible por manipular la imagen de ese grupo de ciudadanos que pasaron a ser "antisistemas", "okupas", "vagos", "hippies"...

Y por último se pasó a la fuerza bruta. Porque se da el caso de que el estado es el único con potestad para ejercer la violencia, aunque ésta sea ejercida contra el pueblo, y sea el pueblo el que le da el poder al estado (de ahí lo de "democracia"). Paradójico, ¿no? Y de hecho es lo que sucedió. El sistema no se mancha jamás las manos. Es el pueblo el que se envía a combatir al pueblo. Pero eso se disfraza de algo distinto: "policías vs alborotadores", o "perros del estado vs la ciudadanía indefensa", o "agentes uniformados vs sucios perroflautas okupas", o "el estado vs los enemigos", y así según quién pague a la publicación en cuestión. El caso es crear dos facciones diferenciadas dentro de lo que antes era, simplemente "el pueblo".

Y ya tenemos montado ese juego tonto del "y tú más", donde ambas partes tienen algo que decir. Si un policía le deja a alguien una marca morada de 20 centímetros en las costillas, o si empotra a dos chavalitas contra un coche en marcha de un empujón es porque ese alguien le ha insultado, o le ha dado una patada, y hay otros diez agentes que corroboran la declaración. Si un descerebrado arranca a patadas una papelera y se la tira a la cabeza a un policía, es porque éste golpeó salvajemente a su abuelita ciega (son ejemplos, pero no se alejan mucho de algunas de las cosas que se han leído y visto últimamente). Y, como digo, ya está montada la nueva guerra "Pueblo vs Pueblo".

Mientras, el sistema sigue funcionando como hasta ahora. Con la riqueza igual de bien repartida, el poder igual de bien gestionado gracias a los votos de la ciudadanía, la justicia siempre ciega y nunca condicionada por quién paga y el mundo, en resumen, girando igual de armoniosamente que hasta ahora. Mientras, los de siempre, los que ven el circo desde el palco presidencial, se descojonan con su copa de vino en una mano, mientras cierran el puño de la otra, estiran el pulgar, y apuntan hacia abajo.

Y siempre me queda la duda: ¿qué pasaría si esos que dicen cumplir órdenes, y defender a los ciudadanos, y mantener el orden, deciden un día abrir los ojos y se dan cuenta de que se han equivocado de enemigo? ¿Qué harías si alguna vez eres consciente de que el enemigo es quien te da las órdenes? ¿Qué pasaría si ese "pueblo" que critica a los que se movilizan, en lugar de quedarse impávidos ante el televisor, alguna vez ve que lo que defienden con su apatía es su propia miseria? ¿Qué harías si te das cuenta algún día de que esos sucios perroflautas están luchando también por ti?


Un saludo.