18 May 2012

Sobre los recortes en educación


Hola a todos, queridos niños. 
Soy un becario que investiga en la Universidad de Sevilla. Creo que esto no lo he dicho en todo el blog. ¿Y a qué viene esto ahora? Pues viene a que, como todos sabréis (y si no, os lo digo ahora y ponéis cara de saberlo ya, en plan: "sí, sí, claro, claro"), el gobierno español ha aprobado un Real Decreto Ley (para el que no lo entienda, una "Ley Por Cojones Diga lo Que Diga el Parlamento") de recortes en la educación pública.
Aquí intentaré aclarar algunas cosillas que pueden resultar confusas del asunto. Para ello, copio una respuesta mía  a ESTA noticia en el ABC de Sevilla. En Negrita está el comentario de otro lector del periódico, al que le respondo.



"El dinero público hay que merecerlo"
Que se lo digan a Rodrigo Rato, ¿verdad?

"el que estudie no tendrá problemas en tener que pagar segundas o terceras matrículas."
En muchas carreras terminar a curso por año es muy muy complicado. Eso sin contar situaciones personales como trabajar para pagar estudios, etc. Haciendo un cálculo del precio al que saldría una matrícula más o menos estándar (con una gran mayoría de créditos en primera matrícula, y otros cuantos en segunda) el precio de la matrícula se duplica con respecto al del año pasado. Y eso se aplica en un entorno en el que miles de familias españolas se encuentran en el paro, y sin esperanzas de trabajar dadas las alarmantes cifras de paro que se manejan.

"Igualmente, los profesores que investiguen y saquen sus sexenios no tendrán que dar más horas de clase. Mérito y capacidad..."
Falso. Y eso de que "el 50% de profesores universitarios no investiga (no tienen sexenios vivos)" es una gran falacia. Me explico.
Los sexenios son complementos opcionales para reconocer el mérito investigador. El hecho de que sean opcionales hace que muchos profesores con méritos para obtener sexenios no los hayan solicitado, debido fundamentalmente al tremendo papeleo que esto conlleva (tiempo que hay que restárselo a la investigación).
Por otro lado, sólo los profesores funcionarios pueden solicitar sexenios. Por tanto, todo el profesorado laboral de las universidades se ven perjudicados por esta medida, dado que se les "penaliza" por no tener un complemento que no pueden pedir. Se da la circunstancia que este conjunto de profesores son generalmente quienes más investigan, dado que tratan de hacerse un currículum que les asegure una carrera investigadora.
Por último, resulta curioso que, según esa regla de tres de: "los que no tengan sexenios es que no investigan", resulta que la mayoría de los doctores y todos los que investigan para obtener su doctorado, resulta que NO investigan. Paradójico.

"¿Dónde está el problema? Que me lo expliquen, por favor, porque yo pensaba que no había nada más justo y progresista que eso".
El problema yo lo veo claro: se penaliza a los que más investigan, en favor de los que más años llevan en la investigación (que no es lo mismo). Aparte de la campaña de desprestigio que se lleva realizando durante meses contra los investigadores españoles cuando, curiosamente, se habla luego de fuga de cerebros. Si los investigadores españoles fuéramos tan vagos y tan malos no creo que nos contratasen en otros países. No serían tan tontos como aquí, ¿no?

"Así se consigue una educación pública de calidad, con los mejores estudiantes y los mejores profesores."
Así se conseguirá destrozar la educación pública, haciéndola accesible sólo para unos pocos. En ningún caso se ha hablado de calidad del profesorado, sólo se ha hablado de logros en investigación. ¿Dónde están los méritos en docencia? ¿Cómo se evalúa eso? ¿Dónde se tienen en cuenta?

"¿O no se trata de eso?"
Como comprenderá, y tras lo comentado anteriormente, no creo que se trate de eso. Creo que se trata de recortar de los más débiles, y de paso preparar el terreno a las previsibles privatizaciones de sanidad y educación que se avecinan.

Espero haber aclarado algunas cosas.
Un saludo.

16 May 2012

Titañic: de muvi


Esta historia comienza una soleada mañana de Febrero (los otros once meses nunca me han gustado mucho). Día radiante, con ese sol invernal que calienta los ánimos sin quemarlos. Esa mañana, como digo, estaba Antonio Resines (nuestro Leonardo Di Caprio particular) jugándose al chinchón unos billetes para montar en el famoso Titañic.




Para los que no conozcáis la historia, el Titañic fue en su tiempo la mayor obra de ingeniería económica del mundo, e incluso de Europa. Se trataba de convertir un país empobrecido y aborregado en una suerte de macro-complejo hotelero aborregado. Para ello, al mando de la nave se pusieron unos políticos que capitanearon la nave de forma magistral hasta cumplir su objetivo, bajo el lema: "Ni un palmo de arena de playa sin alicatar".

El proceso de construcción del Titañic fue complejo, no exento de tremendas dificultades. Entre ellas, la creación de un iceberg-burbuja inmobiliaria que algunos catastrofistas vaticinaban, ya en aquel entonces, que podría llegar a ser peligroso. Las carcajadas de los capitanes-políticos del Titañic resonaban en los cuartos de baño de lujo de primera línea de playa. No había ninguna inquietud, ni razón para alarmarse. El iceberg-burbuja era muy pequeño en comparación con el Titañic. Lo único que había que hacer era seguir incrementando el tamaño del Titañic, de forma que el tamaño del iceberg-burbuja siguiera siendo pequeño a su lado.

Además, esas voces de la conciencia colectiva se vieron en seguida acalladas por todos los beneficios que la fabricación de esa inmensa obra logística conllevaban para los pasajeros del Titañic. Todos los sueños parecían estar al alcance de una simple hipoteca, o un sencillo préstamo bancario, o un mero adelanto del salario, o una cómoda tarjeta de crédito. De repente, todos los pasajeros del Titañic necesitaban imperiosamente poseer uno de los camarotes de esa majestuosa obra. No era rentable pagar una alquiler mensual, cuando con una hipoteca de por vida ese maravilloso sueño hecho inmueble podía pertenecer a sus hijos.

Todas las noches, los pasajeros del Titañic, junto con los políticos-capitanes, la famosa orquesta, y todos cuantos participaban de esa vida soñada, salían a cubierta a contemplar las estrellas que perfilaban en el horizonte la silueta suave y acogedora del iceberg-burbuja. Todos admiraban el brillo del iceberg, su forma redondeada, su impresionante tamaño, la belleza del paisaje que éste propiciaba.

By LaBaticaodeAli

Pero como todo sueño, el Titañic no podía ser eterno. Hubo un momento en que el gigante no podía crecer más. El proyecto llegaba a su fin. Todo estaba alicatado, y casi todo el mundo tenía su camarote en propiedad. Y finalmente llegó el iceberg. Un enorme monstruo blanco, redondeado, hermosísimo y gigantesco. Una masa desproporcionada de especulación, mucho más grande de lo que nadie se hubiera imaginado.

El choque fue enorme. Los políticos-capitanes del Titañic no pestañearon. Mantuvieron la sangre fría mientras las vajillas de todos los salones temblaban o incluso se estrellaban en los suelos de gres. Miraron al frente, y comentaron solemnemente: "¿Tú has notado algo? Porque yo no. Habrá sido un delfín desorientado, o una gaviota que ha estornudado en el mástil".

Mientras nuestro Titanic particular (o nuestro Vaporcito del Puerto a esas alturas de la película) se hunde. En esos momentos, la tripulación se preocupa de salvar su cuello, y de que en su exclusivo bote salvavidas quepan todos los miembros de su familia, un calefactor y una bandeja de caviar beluga.

Por su parte, la orquesta-prensa encargada de animar y jalear a la concurrencia, sigue tocando como siempre, como si nunca hubiera existido ningún iceberg-burbuja. Siguen tocando la misma suite adormecedora, con las mismas variaciones, los mismos giros, para que los pasajeros no se alarmen, para que la atención se desvíe de donde no conviene. Entre otras, ofrecen piezas como "La bien pagá (y yo más)", "Mi carro me lo robaron (y yo robé dos)", "El emigrante (ilegal)", "Cuando tú vas, yo vengo de allí (y lo he dejao vacío)", y otros grandes éxitos patrios.

La mayoría de los pasajeros cae bajo los influjos de la orquesta. Otros estaban dormidos antes incluso de que todo comenzase, y aunque despiertan y ven un enorme charco de agua donde antes había unas alpargatas y una alfombra de terciopelo azul, se dan la vuelta y continúan con su serenata particular de ronquidos.

Hay quienes intentan concienciar al resto de pasajeros de lo beneficiosos que son el reiki y el feminismo para salvarse de morir ahogados. O que aprovechan para hacer negocio vendiendo el mismo chaleco salvavidas, pero con la marca Zara o Massimo Dutti, según en qué categoría se encuentre cada pasajero. A quienes les pilló en los comedores, se afanan llenándose los bolsillos y los carrillos de todo cuanto pueden, incluyendo además de comida, tenedores de plata y ceniceros con la marca "Titañic" garabateada en dorado.

Y los que tienen la desgracia de ser perfectamente conscientes de la situación, se llevan las manos a la cabeza sin saber si liarse a hostias con unos o con otros, o si tirarse al agua helada y morir rápidamente para no tener que ver el momento preciso en el que todo se vaya al carajo.





Saludos.




PD: aunque en el pie de foto ya aparece, tengo que agradecer de forma explícita al creador de la obra de arte que engrandece este texto, el Señor Don LaBaticaodeAli. ¡Gracias, Enano!

11 May 2012

Clase teórica: el mundo.

Hola niños. Hoy toca clase teórica. Sé que este texto no será el más popular del blog (cosa que tampoco me importa mucho, puesto que el resto del blog tampoco es que tenga una cuota de popularidad muy alta), pero como dijo aquél: el gato es mío y me lo follo cuando quiero (gracias por el chiste, Guti).

Empecemos por el principio, que es una forma como otra cualquiera de comenzar una explicación.

En el principio creó Dios el cielo y la tierra, y en los días sucesivos creó todo lo demás. Ya luego llegaron los políticos y montaron un belén de padre y muy señor mío.

Hoy en día, el mundo está en crisis. ¿Todo el mundo? No, hay una pequeña Aldea de sinvergüenzas que resiste de banco en banco y tiro porque me toca. Mientras, como el dinero ni se crea ni se destruye, sólo se roba, esta gente va esquilmando países utilizando armas de destrucción masiva como la prima de riesgo, la deuda pública, y los rescates de países.

Definición de la Wikipedia 2020 
rescate: Acción y efecto de conquistar un país lanzando bombas económicas, con el consiguiente ahorro en balas y bombas que ello supone. Estas balas y bombas obtienen mayores réditos al ser vendidas al tercer mundo en lugar de pan bimbo y cola-cao.


Esta Aldea, como decimos, fuerza a países enteros a hundirse irremisiblemente o donar generosamente todos sus recursos a las entidades bancarias, de forma que se hundan aún más. ¿Y de dónde sacan el dinero estos países? Del único activo que tienen: los ciudadanos. Así pues, bajo el lema de "Todo para el pueblo, pero sin el pueblo" (¿a alguien le suena?) se promulgan leyes que protejan a los ciudadanos de ellos mismos, recortando gastos superfluos, como sanidad y educación, y facilitando a empresas y administraciones el fortalecimiento de las relaciones empleador-esclavo.

Lógicamente, en algo hay que gastar tanto dinero ahorrado. Y como resulta obvio, este dinero se utiliza para indemnizar a esa pequeña Aldea, que deben ser recompensados por sus arduas tareas al frente de todo el proceso de hundimiento generalizado. Se opta por un novedoso modelo de compensaciones por el cual aquel directivo o político que logre un mayor desfalco o un fraude más evidente y sangrante, obtendrá beneficios más pingües gracias a su excelsa labor.

Todo este proceso se etiqueta con nombres bien-sonantes como "austeridad presupuestaria". Y bajo este lema se bajan sueldos y prestaciones sociales, y se suben tasas e impuestos. Es un esfuerzo de todos, encaminado a poder mantener a esa pequeña Aldea como se merecen.

Y a todo esto, ¿qué hace el pueblo? Pues el pueblo se rasca síncronamente la entrepierna, sentados en los sofás del Ikea de sus casas hipotecadas a 40 años, viendo en sus televisores LED Full HD (comprados en 80 cómodos plazos en el Corte Inglés) el último peinado de Cristiano Ronaldo o el último polvo de Belén Esteban o Paquirrín, mientras tragan anuncios y telediarios en el que se les recuerda que el gran hermano (el de Mercedes Milá, por supuesto, no el de Orwell) está velando por ellos.

Y este es el mundo que heredáis, pequeños. Gracias a vuestros predecesores, que os lo dejaron preparadito para que lleguéis y os acordéis de vuestros muertos más frescos.


Saludos.