31 January 2011

Poesía intimista

Cual simiente ovípara malograda,
tu eterna espera sin fin, sin abrigo.
El olvido del mundo te ha olvidado
tu recuerdo estará siempre conmigo.

La timidez oscurece tu semblante,
de observarte nos robas el deleite.
Te corta la atención de tanta gente.
Sobra aceite.

En tu vida ausente de aderezo
no hay sabor, picante, no hallas cuajo,
no hay sazón que tu desazón alivie,
falta ajo.

Tu fervor oleoso no halla asiento,
no sientes ni padeces la vergüenza
de saberte prescindible condimento
observando la vida en el alféizar.


Título: Mayonesa en el alféizar.



Esto es lo que pasa cuando mi sensibilidad se pone a flor de piel.


Saludos.

07 January 2011

Rayuela - Capítulo 7

Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.


Julio Cortázar




Una preciosidad. Cómo escribir con una sensibilidad y romanticismo extraordinarios, sin un sólo desliz de cursilería o empalago, sin "romperse la camisa", pero conmoviendo con cada frase.

Y éste es sólo un capítulo de "Rayuela", de Julio Cortázar. Una maravilla de libro, y apenas lo estoy empezando. Empiezan bien las lecturas de 2011 :)


Saludos!


PD: Feliz año y todo eso ;)