22 March 2013

Des-facha-tez


Primero el hecho:



Luego la consecuencia: Noticia en el Diario de Sevilla

El vídeo es un recorte de menos de un minuto de una escena más larga, consistente en: veo a un grupo de 15 o 20 personas (siendo generosos) concentradas en el atrio del rectorado de la Universidad de Sevilla; exijo explicaciones de qué hace tremenda muchedumbre en un sitio donde normalmente no hay nunca nadie (ni siquiera cuando cientos de estudiantes entran y salen todos los días de clase); me hacen una foto; pido la cámara en lugar de pedir que borren la foto; no me la dan y me pongo farruco; tiro a una persona al suelo con una zancadilla, la arrastro a lo largo del atrio del rectorado y la detengo, con un par.

Ahora expliquemos el contexto:

El delincuente que es arrastrado y detenido es uno de esos perroflautas drogadictos que dan clases por enchufe en la universidad pública. Uno de esos que cobran millones, tienen 4 o 5 o 6 meses de vacaciones, viven del cuento y encima se quejan cuando les dan una colleja por tontos. ¡¡Y encima denuncia a los que le han agredido!! ¡¡Qué desfachatez!!

En España no queremos a ese tipo de impresentables. Nos negamos a pagar los sueldos de esta pandilla de neo-salvadores de la patria con palestinos y malas pintas, que mientras chupan de la teta se quejan de todo. No toleramos a estos mierdecillas delincuentes desnatados. Nos fastidia mucho que haya gente viviendo del cuento y encima vayan luego dándose aires de Chés Guevaras de pacotilla. Que dicen luchar por derechos y no sé qué más gaitas de la educación pública para todos y la sanidad universal. Como si todos tuvieran que tener derecho a todo, como si todos fuéramos iguales... faltaba más. Ni que fuéramos todos unos rojos de mierda.

Aquí no necesitamos revolucionarios de baratillo. En este país necesitamos otra cosa, por Dios. Lo que España necesita no es esta panda de rojos maricas y drogadictos dañando la "marca España", que es como Nike pero más cañí y sin muelles en las suelas de los zapatos. La gente de bien de este país preferimos personas bien educadas y formadas. Queremos gente que no se exalte, que no gesticule más de la cuenta. Gente discreta que haga su trabajo sin más, y que si por ello recibe algún emolumento no previsto de antemano, no vaya haciendo aspavientos como el cateto que gana la lotería y compra champán y se va a la calle con la vecina de la bata de boatiné y los rulos.

Es normal que existan élites, tengan el mérito que tengan (si es que lo tienen). Es tolerable que esas élites tengan privilegios que otros ni soñarían. No pasa nada si algunos sustraen esporádicamente algo más de lo que les corresponde, siempre y cuando sea una extracción diferida por adelantado a plazos conjugables en tercera declinación supina posterior del cuádriceps femoral.

En definitiva, en este país preferimos hijos de puta de pies a cabeza. Con siglas de partido y trajes caros. Con corbatas y nudos apretados. Con maletines conteniendo carteras conteniendo sobres conteniendo continentes contenidos en papelitos morados. Mucho mejor eso que usar bolsas de basura (¡panda de horteras!). Esa es la marca España, la de verdad, la buena. Eso y la selección de fútbol.

Así que aquí se necesita gente que arrime el hombro. Gente trabajadora y sufrida, que se sacrifique un poco por el bien común. Que si hay que sufrir recortes durante 4 o 5 años, pues que apriete los dientes y sufra. Gente que no disfrute de vacaciones más que muy de vez en cuando.  Que cobre sueldos míseros por trabajar mas de 10 horas al día. Que consigan resaltar a nivel internacional a pesar de las mil dificultades que acarrea simplemente estar aquí y no irse a cualquier otro sitio donde su trabajo se valore como se merece. Necesitamos gente que intente mejorar lo que tenemos ahora mismo, que trate de luchar por lo poco bueno que tenemos, y conseguir más cosas. Que nunca baje los brazos. Gente que se preocupe no sólo por ellos mismos, sino por los que tienen alrededor, los que vienen detrás empujando y por los que en unos años serán el futuro de esta nación. Necesitamos gente así. Gente como David, y como los cientos de profesores universitarios que sufren en España todo eso, a cambio de que se les insulte, degrade, vitupere...

Y sobre todo necesitamos que la gente abra los ojos de una puta vez.