26 March 2010

No es un gud bai, es sólo un sí llu sun

Quería esperar a que se me pasara la tontería, pero he cambiado de opinión.

No es la primera vez que os escribo, aunque sí creo que será la primera vez que alguno lo podrá leer. La primera vez fue hace unos 3 años. Ha llovido ya (y con este invierno que hemos tenido, no te digo ná). Y aquí estamos, como siempre. Y dentro de tres meses aquí estaremos de nuevo, como si nos hubiésemos visto el día anterior.

"¿Qué tal has dormío?"

"¿Viste a tus sobris?"

"¡Hola, mío!"

"¿Fuiste al campo?"

"¿Hay que avisar a alguien más pa desayunar?"

"¿Quién come en la salita?"

"¿Un saimon?"

"- Con aceite.
- ¿Sólo?"
 
"¿Te acordaste de pillar pista?"

"¡Desgrasiao!"

"¿Hoy vas a natación?"

"- ¿Hacemos algo el jueves?
- No, joe, el jueves no, que el viernes hay que currar...
- Ah, vale... Entonces, ¿hacemos algo el miércoles?"

"Hoy he dormio regular. No me esperes."

"Oye, ¿y la casa rural qué?"

"Si tú quieres yo te recojo a las seis de la mañana y vamos."

"¿Le debo algo a alguien?"

"¡Cuuuuchi la tía!"


Y puedo seguir... Y no me canso. Es la banda sonora de estos últimos años. Y no hace falta que la transmita por FM a los cascos inalámbricos de nadie. Esta es la banda sonora, acompañada por gestos, miradas, detalles... Y tantas risas que no caben en el interné este ni a empujones, aunque sí que caben en un Seat León atestado de gente. Y al final, oye, que se os coge cariño como a los perrillos chicos (que diría alguna).



En fins, lo dicho... Que sí llu sun. Que jaf fan. Y que ail misllu alot.

23 March 2010

El tiempo y las palabras

Cada instante es un punto sin retorno,
cada palabra un losa en tu espalda,
cada silencio una muerte inesperada.

Con cada "tal vez" una esperanza,
con cada "quizá" se enciende una llama,
y cada "no" es otra puerta cerrada.

Y una sombra por cada "ojalá",
por cada "debería" una tormenta,
y todos los "si" en condicional.

De nuevo otro "si hubiera",
otra vez resuena un "ya no",
y me mira un "verás" con ojeras.

Demasiado pronto llega
el "ya es tarde" del ocaso
a llevarse el “aquí y ahora” de la primavera.

Y mientras, burlón corretea
el "tú puedes", sabiendo
que el "yo quiero" se cansa antes.

Porque ya anochece en mis ojos,
ya para todo es muy tarde
si el "todavía" deja de esperarte.

Y se acaban las palabras mágicas,
se ahogan en los torpes latidos
de un corazón en puntos suspensivos.





Se me ocurrió al leer este soneto de Joaquín Sabina (con todos los respetos):





Un saludo.

20 March 2010

Primavera

De pequeño te dicen que la primavera es cuando salen las flores, se van las nubes, el sol luce espléndido en el firmamento, las mariposas revolotean en los campos... Algo así como este paisaje:



Con esta música de fondo:




Y es en esta época cuando me pregunto qué coño ha pasado en 20 años, para que ahora la primavera signifique esto...




Sé que me repito, y que seré pesado... pero de las cientos de miles de cosas que no entiendo, esta es la que se lleva el premio. ¿Por qué todo se ha convertido en un maldito botellón? ¿Carnaval? Sí, claro que me gusta... un botellón disfrazados. ¿Semana Santa? Sí, botellón oliendo a incienso. ¿Fin de año? Botellón pasando frío. ¿Playa? Botellón pasando calor.

Yo, en aras de un mejor uso del lenguaje, propongo a la RAE un par de cambios en la próxima edición de su diccionario de la lengua. el primer cambio es incluir la palabra "botellón", si es que no lo está ya. El segundo cambio sería cambiar dos palabritas, con lo que la cosa quedaría así:

fiesta.

(Del lat. festa, pl. de festum).

1. f. véase Botellón

vacaciones.

(Del lat. vacatĭo, -ōnis).

1. f. véase Botellón

botellón.

(Del aum. de botella).

1. m. Dícese de la tradición española de finales del siglo XX, de reunirse un grupo de personas en mitad de la vía pública y consumir incontroladamente diversas bebidas alcohólicas, con el consiguiente menoscabo de su dignidad y el aumento exponencial de la vergüenza ajena. Los orígenes de esta tradición se remontan a la primigenia frase del anónimo inventor del acontecimiento, que dice así: "Es que en los bares y discotecas te clavan por una copa, tío". Posteriormente la tradición degeneró en una suerte de concurso o competición consistente en comprobar empíricamente la fortaleza hepática y renal de los asistentes al evento, así como la capacidad de los mismos para hacer el ridículo al unísono, caminar sobre orines, sortear vómitos, y esquivar cristales rotos.


Yo creo que con eso y un bizcocho... Todo el mundo seguirá haciendo el gilipollas, pero por lo menos cuando alguien pronuncie la palabra "botellón", el significado será más preciso. Así quizá no se vuelven a ver en los informativos imágenes de borrachos diciendo estupideces, con las posteriores risitas cómplices de los presentadores, exponiendo lo bien que se lo pasan en Sevilla y en Granada para "celebrar la llegada de la primavera". Tócate los bajos.

Y lo que más me revienta no es que unos cuantos miles de personas quieran jugar con fuego, y se pongan ciegos a cubatas, poniendo en riesgo muchas cosas, aparte de su salud. Allá cada cual. Me la trae bastante floja que tengan accidentes de tráfico por ir bebidos, siempre que sólo se maten ellos, y no se lleven por delante a ningún inocente. Lo que jode soberanamente es que lo quieran disfrazar con la excusita de marras de que en un bar sale más caro... Por supuesto que sale más caro, tajarse es caro. Curiosamente, divertirse no.

Total, cada vez que hablo o escribo sobre estas cosas me siento una mezcla entre un viejo de 80 años, y un marciano. No entiendo nada, nunca lo he entendido.

Saludos.

12 March 2010

Efímero

Pensamos que somos eternos, y en cierta forma no estamos equivocados. Nos creemos omnipotentes y si no lo somos ya, estamos muy cerca de serlo. Nos consideramos omniscientes, y ya casi es absurdo pensar lo contrario.

Y luego te asomas a una simple roca que cae en vertical sobre el mar, te sientas cerca del borde mirando a los ojos al sol, y te das cuenta de lo insignificante que eres.



Admiras esa roca que se enfrenta a las mareas, que lleva desafiando al océano miles de años, y que ahora usas de atalaya. Aspiras el aroma del Atlántico, un océano que guarda celosamente la riqueza de un planeta entero, que ha vivido naufragios, guerras, muertes, nacimientos, resurrecciones, descubrimientos, tragedias, que ha visto surgir en sus entrañas miles de especies nuevas, y ha visto extinguirse entre sus brazos otras tantas... Observas apenas una milésima parte de toda su extensión y te das cuenta que eres incapaz de abarcarlo todo, ni siquiera con la mente, ni siquiera con tu imaginación, que creías que era infinita.

Sientes en tus mejillas el viento frío, húmedo, que sopla incansable durante miles de kilómetros hasta dar contigo. Que arrastra de un lado a otro el aliento de cientos de seres, que porta los suspiros de mil pechos, los gritos de mil gargantas, las risas de de mil labios...

Contemplas atónito ese baile ancestral del sol besando el horizonte, hundiéndose dulcemente en él. Te deslumbran los reflejos anaranjados en el mar, contrastando con un azul cada vez más intenso. Son segundos que parecen años.

Y allí estás tú, en tu atalaya, ocupando una mínima parte de ese escenario. Intentando no moverte, no respirar, no pestañear para no alterar nada. Aunque sabes de sobra que no podrías hacerlo. Sabes que esa maravilla se repite cada tarde desde hace miles de años, sin que tú la veas, sin que nada ni nadie la cambie lo más mínimo.

Y una mano roza suavemente la tuya. Miras a tu lado, y unos ojos te sonríen. Es ella, ¿quién si no? Y sonríes. Y abres los brazos para hacerle hueco en tu pecho. Y os acercáis, intentando compartir las miradas, el calor, el momento. Y te sientes afortunado de poder vivir algo así. Te sientes afortunado de estar en ese mínimo espacio, en ese instante en concreto. Y al vivir ese segundo de felicidad, lo dejas escapar con el viento arrastrando mil tormentas pasadas. Porque algo tan efímero vale por una eternidad. Porque una eternidad nunca es suficiente, siempre es demasiado efímera.

"- No, no estoy llorando, es este puto viento que se te mete en los ojos..."

09 March 2010

Misterios de la Isla

2010. año grande en mi pueblo, San Fernando. Ciudad desde 1810 (o por ahí). Antigua "Real Isla de León". Antiguo "Logar de la Puente". Actual dormitorio de Cádiz.

Un pueblo del tamaño de una ciudad. Una ciudad que nunca ha dejado de ser pueblo. Y como tal, aún conserva viejas leyendas. Enigmas sin resolver transmitidos de generación en generación, de boca a boca... Misterios insondables que jamás podremos explicar de forma satisfactoria.

A modo de "Cuarto Milenio Cañaílla", enumero algunos de estos misterios a continuación... Quienes sean especialmente impresionables, absténganse de leer el resto del texto... Quien avisa, buena sombra le cobija que ciento volando.



Misterio número 1:
¿Qué le echan a las patatas de las tortillas de patatas de "El Sotanillo"?
¿Son patatas realmente?
¿Por qué son verdes?
¿Lo que falla es el huevo?
¿La fecha de caducidad de los mismos viene escrita en pergamino?
¿Eso lleva huevo?
¿De verdad son tortillas de patatas?
¿El Sotanillo existe realmente?



Entrada a "El Sotanillo" rehabilitada (sí, antes era aún peor)



Misterio número 2:
¿A dónde conduce el pasadizo insondable que hay detrás del mostrador de "Piorno"?
¿Alguien alguna vez ha pedido algo al dueño, y éste no ha ido a buscarlo allí? Si es que le pides la revista que tienes justo delante de tu cara... ¡¡y va a buscarla detrás!!
Y sobre todo, ¿alguien le ha pedido algo a ese hombre, y alguna vez no lo ha encontrado en su trastienda?
¿Es cierto que a Mary Poppins se le perdió el bolso en una feria, y el de Piorno alicató el pasadizo con él?
¿De verdad los Reyes Magos vienen de Oriente, y no de la trastienda de Piorno?
¿Es cierto que si pasas a las 12 de la noche por la puerta de Piorno, se oyen las voces de Elvis y Michael Jackson cantando a coro "Del barco de Chanquete no nos moverán", para hacer rabiar a éste?


Misterio número 3:
¿Qué ha sido de las descomunales moscas de "Casa Pepe"?
¿Se han marchado voluntariamente?
¿Ha sido un desalojo forzoso, fruto de la urbanización de la zona de Camposoto?
¿Les han abierto un ERE, y las han despedido argumentando que ya no se lleva lo de la mosca en la sopa?
¿Han sufrido mobing a causa de su evidente obesidad mórbida, y han pedido la baja por depresión?
¿Ha bajado tanto la calidad de la comida de "Casa Pepe", que las moscas han decidido comprarse trajes de lunares, y mudarse a "La Mariquita te jarta" en el Plaza?
¿Siguen las moscas en "Casa Pepe", pero ahora van disfrazadas de eficientes camareros?



Puerta de Casa Pepe habilitada para la entrada de sus famosas moscas gigantes



Misterio número 4:
¿Qué ha sido de los múltiples brazos del niño de la estatua de "El Camarón"?
¿Los han fundido para construir la cosa esa rara de la entrada por Cádiz?
¿Se los han llevado los canis isleños para robarle el reloj?
¿Los cogen las moscas de "Casa Pepe", porque de gordas que son no se llegan a rascarse la espalda?
¿Los tiene guardados el de Piorno en su cueva misteriosa?



Misterio número 5:
El que diseñó la maravillosa "Ronda del Estero"... ¿por qué?
Y sobre todo... ¿cómo, dónde, cuándo y bajo los efectos de qué sustancias?



Final Inesperado de la Ronda del Estero



Continuará...



*NOTA IMPORTANTE: No me había fijado, pero es realmente inquietante el letrero de arriba a la derecha, en la puerta de "El Sotanillo". Sí, ese que reza: "Securitas Direct". ¿¿Quién va a robar ahí?? Y sobre todo.. ¿¿Qué?? Como si la receta de las tortillas de patatas verdes fuera la fórmula de la Coca-Cola 0_o

03 March 2010

Primeras veces

Siempre se dice que las primeras veces no se olvidan, que son importantísimas. Que en cierta forma marcan tu vida, o la adornan con ternura.

¿Quién no se acuerda de su primer colegio? Y en él, de su primer profesor, ese que te enseñó a colorear un payaso sin salirte del dibujo. O la primera profesora de la que te enamoraste en tu primer trimestre de instituto, y a la cual odiaste cuando te puso el primer suspenso de tu vida.

Seguro que todos recordáis vuestro primer juguete, con el que compartísteis mil experiencias, siempre nuevas porque eran las primeras. Y también las primeras navidades, esperando ansioso la noche de Reyes, incapaz de dormirte por más que supieras que si Baltasar te pillaba despierto no te dejaría ningún regalo bajo el árbol. O el primer libro, ese en el que balbuceábais las primeras palabras leídas. ¿Y qué me decís de vuestra primera papilla? Sí, esa que estuvísteis a punto de echar, cuando vivísteis vuestro primer viaje en avión. O vuestro primer reloj, ese Casio negro ¡que incluso tenía cronómetro de cuenta atrás!

Y qué decir del primer episodio de Barrio Sésamo que entendísteis entero, tras semanas de estar viendo a un bicho azul acercándose y alejándose de la pantalla sin aparente lógica. O vuestro primer coche, ese que, como el bicho azul, había veces que iba hacia atrás sin motivo aparente, hasta que caíais en la cuenta de poner el freno de mano.

Eso sin hablar de tu primer "te quiero", tu primera caricia, la primera vez que te miraron a los ojos y te desarmaron. El primer enfado, los primeros celos, la primera reconciliación, la primera vez que tus dedos se enredaron en sus cabellos...

Pero hablando de estos temas, todos coinciden en acordarse de su primer beso. Puede que fuera espectacular, o quizá un chasco... pero casi siempre resulta inolvidable.

Yo también recuerdo el mío, aunque ya ha llovido desde aquel entonces. Era joven, inexperto, casi no había abierto los ojos a la vida. Ella era la mujer más hermosa que jamás había visto. Con una mirada cálida y una sonrisa muy dulce. Yo acababa de recibir mi primer gran golpe. Aún me escocía el recuerdo de todo el dolor que había sufrido. Era una época en la que lo veía todo borroso, quizá por las lágrimas que derramé. Y de pronto el azar, el destino, o la propia vida, me pusieron frente a aquella mujer. Y sin saber muy bien por qué, unas manos acariciaban mi cuello, subiendo nerviosas hasta mis mejillas. Y sus labios se acercaron. Y mis ojos se cerraron, incapaces de sostener más aquella mirada. Y me besó.

Aún conservo la marca de aquel beso. Aún sigue caliente la huella de esos labios en mi frente. Y ahora, años después, soy yo quien besa a esa mujer en la frente intentando devolverle parte de lo que aquel beso me regaló. Recordando siempre cómo después de unos minutos de vida ella me declaró su amor incondicional, para siempre. Y renovando esa promesa que nos hicimos ambos la primera vez que nos vimos: ella tan joven y asustada, y yo tan recién nacido.




Saludos.


PD: Porque eso de ceñirme a ciertas fechas fijas para celebrar cosas, me suele dar coraje. Es simplemente un recuerdo a un par de madres que tengo muy cerca :)